Un estudio publicado recientemente en Austria señala que los perros pueden reflejar la personalidad de sus dueños, especialmente cuando esta muestra factores negativos como la ansiedad y la negatividad. De la misma manera, aunque en sentido opuesto, cuando los canes están de buen humor y se muestran tranquilos y amistosos, son capaces de transmitir esas sensaciones positivas a sus diseños. Por lo tanto, son animales que ayudan muchísimo a las personas a combatir el estrés, el cual es cada vez más frecuente.

¿CÓMO SE HA REALIZADO EL ESTUDIO?

Para dar con estos resultados, se han analizado a más de 100 perros y sus respectivos dueños. Se sometieron a varias pruebas, incluyendo una medición de frecuencia cardíaca para saber cómo reaccionar ante una amenaza. También se realizaron otras pruebas como por ejemplo muestras de saliva para analizar los niveles de cortisol, el cual es un indicador del nivel de estrés.

Además, para la evaluación los investigadores tuvieron en cuenta un total de cinco parámetros de rasgos de personalidad: Neuroticismo, extraversión, apertura a la experiencia, amabilidad y conciencia. Se evaluó con muchísima precisión la personalidad, tanto de los perros como de sus dueños.

CONCLUSIONES DEL ESTUDIO

La doctora Iris Schoberl, de la Universidad de Viena, dijo que tanto los dueños, como los perros son potenciales influenciadores de manera mutua. No obstante, el estudio concluyó que eran los humanos los más influyentes.

Iris Schoberl añadió que los perros son extremadamente sensibles a los estados emocionales de sus dueños, de manera que pueden reflejar sus mismas emociones. Hay que tener en cuenta que los perros han vivido junto a los seres humanos durante más de 30.000 años.

Por lo tanto, el estudio es una muestra evidente de que los canes son capaces de captar y procesar información emocional de los humanos que les rodean y ajustar su comportamiento a los mismos.

PERSONALIDAD DE LOS PERROS

De la misma manera que los humanos, cada perro tiene una manera de ser diferente, una personalidad que lo hace único. Generalmente, se puede dividir en cinco grandes categorías.

  • Agresiva: Una de sus causas principales es la genética; hay determinadas razas como el doberman, ovejero alemán o rottweiler que son agresivas por naturaleza. Para mantener su estado de ánimo en equilibrio deben hacer ejercicio de manera regular y, sobre todo, sus dueños deben proporcionarles una educación ejemplar.
  • Tímida: Se da especialmente en aquellos perros que se han criado sin contacto social, aislado de los humanos. Necesitan de dueños muy cariñosos que sea capaz de estimularles.
  • Sociable: Este tipo de perros suelen presentar un carácter muy equilibrado y es un animal que se adapta bien a diferentes tipos de ambientes y de situaciones. Se relacionan muy bien tanto con otros perros como con las personas.
  • Independiente: Son canes que en absoluto son cariñosos y que no tiene ningún interés por relacionarse con las personas. El dueño simplemente debe aceptarle y dejarle disfrutar de su espacio.